
Los padres somos el principal referente de nuestros hijos, especialmente en su primera década de vida. Nos están observando incluso cuando no nos damos cuenta y la manera en que nos comportamos frente a ellos es clave para que todo vaya bien.
Con el paso del tiempo vamos descubriendo que algunas dinámicas funcionan muy bien y otras no. Nos encontramos con situaciones complicadas o descubrimos que con alguno de nuestros hijos todo nos cuesta un poco más. Es en estas situaciones en las que el coaching para padres te puede ayudar a descubrir que siempre hay algo que puedes hacer diferente: tal vez sea necesaria un poco de más consistencia al aplicar las normas, o hay que lograr una comunicación más efectiva con los niños, o tal vez ajustar un poco las expectativas.
Unas sesiones de coaching pueden ser todo lo que necesites para reflexionar sobre qué es lo que no está funcionando, entender qué es lo que te gustaría lograr, y poner en práctica un plan. ¡Y es que ningún padre es perfecto…pero todos podemos aprender!