Límites durante el confinamiento

¡Hola, soy Pepa!  Ya han pasado seis meses desde que el COVID 19 apareció en nuestras ciudades y si estáis igual que yo, aún seguiréis básicamente encerrados.

Los hogares han estado más concurridos y activos que nunca, y aunque algunos niños empiezan a incorporarse al colegio, muchos hijos aún están todo el día en casa. La pandemia ha dejado a la vista la gran capacidad de amor y de protección de los padres de todo el mundo hacia sus hijos. Este cambio de vida tan grande y repentino les está requiriendo un esfuerzo muy grande. Pero esta convivencia tan intensa con los hijos también ha puesto a prueba a muchos padres. Muchos de los comportamientos que nos desesperan de nuestros hijos y de los conflictos familiares, no son sino síntoma de que los adultos que estamos a cargo estamos fallando al establecer con claridad las reglas del juego. Tal vez cuando convivíamos menos horas en familia se disimulaba el tema, pero al pasar más tiempo juntos, es difícil ignorarlo.

Y es que ni todo el amor y dedicación del mundo son suficientes para criar a los hijos cuando no van acompañados de la habilidad de poner en casa límites sanos. Poner límites adecuados nos permite fomentar la libertad de los hijos dentro de un ambiente bien pensado y preparado para ellos.  Es una tarea sencilla cuando el niño el pequeño, pero cuando crecen sin ellos se va convirtiendo en un reto cada vez más grande. La única forma de poner remedio a esto es que los padres nos pongamos a ello. Saber poner límites consiste en saber cuándo decir “SI” y cómo decir “NO”, con delicadeza y respeto.  Es saber hacerlos responsables de sus cosas, de sus palabras y de sus acciones. Los límites se traducen en rutinas y en normas claras y consistentes. Los límites aportan claridad y seguridad a la vida del niño, y hoy, más que nunca, tenemos que poder hacerlo.

Si quieres aprender a poner límites, yo puedo ayudarte.

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